Incorporar el cáñamo en una rotación de cultivos extensivos es una buena opción para el mantenimiento de la fertilidad del suelo y para obtener buenos rendimientos en el trigo. Tiene una versatilidad enorme y puede ser útil tanto para la industria textil, la papelera, la farmacéutica, la automovilística como en el mundo de la construcción. Sus requerimientos: agua en los primeros estadios y un suelo bien preparado. Un cultivo de futuro? Quizás sí.
El género Cannabis, junto con el género Humulus (lúpulo), forma la familia de las cannabáceas. La taxonomía oficial utilizada hoy es Cannabis sativa L. La "L" hace referencia el botánico sueco Carl Linnaeus, que reconoció y dio nombre a la planta por primera vez en 1753. La selección de la planta por parte del hombre para varios usos y la selección natural impuesta por los diferentes climas han originado un gran número de especies vegetales con composiciones químicas diversas; actualmente se cuentan más de 2.000 variedades. Cuando hablamos de Cannabis siempre utilizaremos la denominación cáñamo, o cáñamo industrial, para diferenciarlo de la marihuana, un término con que designamos las variedades restringidas de la presencia de sustancias narcóticas. El Cannabis es el único género vegetal capaz de producir cannabinoides. La secreción se produce gracias a unas células glandulares que se encuentran en las terminaciones de unas formaciones pilosas denominadas tricomas, distribuidas por la superficie de las inflorescencias de la flor femenina. Estas sustancias son capaces de llegar a los receptores del sistema endocannabinoide del cuerpo humano y son las responsables de la euforia, de los efectos anticonvulsivos, de la acción antiinflamatoria y otras propiedades terapéuticas del cannabis. Hasta el momento se han identificado 113 cannabinoides en la planta. De entre ellos, el THC (9 tetrahidrocannabinol) es la sustancia con propiedades narcóticas que está prohibida. Antes de la floración, en un campo de cultivo, no es posible distinguir entre el cáñamo para fibra o las semillas del cáñamo para droga (marihuana), si no es mediante un análisis químico de laboratorio.
Usos y industria del cáñamo
El cultivo del cáñamo puede salvar a la humanidad, ya que puede sustituir el petróleo en casi todas sus aplicaciones. Es materia prima para la elaboración de más de 50.000 productos y es útil para multitud de aplicaciones industriales. El cáñamo puede dar fibras textiles de alta calidad, es fuente de celulosa para la industria papelera, produciendo un papel de alta calidad con poco o ningún requerimiento químico. También resulta un sustituto biodegradable para el plástico: mediante una reacción de mineralización con la cañamiza (parte interna del tallo del cáñamo) se obtiene un plástico muy duro y degradable que actualmente se esta utilizando para la construcción de carrocerías y paneles de coches, para la aviación, etc.
Una raíz de la planta Cannabis Sativa, cáñamo industrial. Es usada especialmente para la fabricación de medicamentos.
Las fibras del cáñamo se pueden utilizar como aislamiento térmico y acústico para la construcción, y con la cañamiza mezclada con cal (hempcrete, en castellano hormigón de cáñamo) se construyen casas, naves industriales, paneles prefabricados, bloques y toda una serie de materiales para la construcción. Ambientalmente, cultivar cáñamo para la construcción es muy interesante porque el CO2 que ha absorbido el cultivo queda fijado en el material. Una hectárea de cáñamo para construcción puede secuestrar cuatro toneladas de CO y se calcula que un metro cúbico de cañamiza puede fijar 110 kilos de CO2. Para las inmejorables cualidades higroscópicas y antibactericida, la cañamiza del cáñamo se utiliza como absorbente de líquidos, y es el mejor cama para animales de granja. Por otra parte, los cannabinoides tienen propiedades terapéuticas y medicinales muy valiosas, y ahora se convierte en uno de los productos con más proyección de futuro. También se utilizan para la industria cosmética, para la elaboración de perfumes, tintes, etc.
Como alimento, la semilla de cáñamo se considera un "superalimento", tanto para alimentación humana como animal. Las semillas de cáñamo están formadas por un 30% de aceite. El cual se compone de al menos de un 85% de ácidos grasos poliinsaturados, con un excelente perfil lipídico (omega 3-6 y ácido gamma linolénico), y contiene concentraciones moderadas de antioxidantes del complejo vitamínico E. También muestra un contenido alto de proteína del 23-25%, con presencia de todos los aminoácidos esenciales.
El cultivo
El cáñamo es un cultivo de primavera-verano. En Cataluña, el cultivo del cáñamo se puede realizar en áreas de secano semifrescales y fresco. Los factores más limitantes son la pluviometría y la temperatura: necesita unas precipitaciones superiores a 600 mm / año, y unas temperaturas moderadas en torno a los 25 ° C. Con pluviometrías inferiores y/o oscilantes, conviene riego de apoyo para asegurar su desarrollo vegetativo y una buena producción. También son limitantes el valores del pH del suelo, que deben ser superiores a 5.5, e inferior a 7.5, así como el exceso de salinidad y los encharcamientos (la planta sufre asfixia radicular). El cáñamo necesita tierras bien trabajadas, sueltas y profundas. Crece bien en climas cálidos (20-25 ° C durante el día - 13-17 ° C por la noche) y húmedos. Es un cultivo muy sensible a las heladas tardías, sobre todo durante la primera etapa de desarrollo. Respecto a la extracción de nutrientes del sol, es poco exigente.
El crecimiento del cáñamo con el fotoperíodo: son necesarias un mínimo de ocho horas de sol durante el ciclo vegetativo. Cuantas más horas de sol, mejor para el cultivo. Para la floración necesita días cortos, y si éste son inferiores a 14h florece con mucha facilidad. Por todo ello, en nuestras latitudes no se recomienda sembrar más allá de San Juan. Es un cultivo de ciclo corto, de entre 90 a 120 días, en función de la variedad, las condiciones climáticas y el fotoperíodo. En verano, cuando la planta ya está desarrollada, el cáñamo aguanta bien el estrés hídrico; por ello, en seca fresco y semifrescales se recomienda adelantar la siembra para aprovechar las lluvias de primavera y así asegurar el correcto desarrollo vegetativo, especialmente radicular. La cosecha normalmente va desde mediados de julio hasta finales de septiembre, según el cultivo y la finalidad del cáñamo; más temprana para fibras -cuando la planta aún es verde- y más tardía para entonces, ya con la planta casi seca.